
Al pasar de los años, la casaca celeste nos ha regalado el poder conocer y disfrutar a gran número de jugadores. Y cuando se trata de proteger las redes jaibas, el talento y la pasión viene heredada en la sangre. Se trata de dos grandes en la historia, Hugo Pineda y su descendiente.
Nuestra Nota Retro de esta ocasión, va dirigida a Hugo Alejandro Pineda Vargas, orgullo Jaibo.
En la Colonia Arbol Grande, nació quien se consagraría como uno de los mas grandes porteros en la historia, Hugo “Chato” Pineda.

Fue bajo el mote de Petrojaibos en la temporada 83-84 que de manera oficial y por primera vez protegería la puerta del equipo de dos ciudades, fue Carlos Miloc quién lo impulsaría. Le bastaron 7 años y 122 partidos para demostrar con grandes atajadas, pero tambien con su calidez como humano para plasmar su nombre dentro de la historia brava.

Su tenacidad lo llevo a ser convocado por Mario Velarde con la Selección Azteca para la Copa Mundial de Fútbol Juvenil de 1983, donde el representativo no tuvo éxito, pero fue un parteaguas en su carrera futbolistica.
Leones Negros de la U. de G, y hasta el equipo de la capital Tamaulipeca fueron algunos colores que el Tampiqueño defendió, tal como los Potros del Atlante y hasta Toros del Atlético Celaya.
En el Invierno 99, tuvo la confianza de la titularidad con los Rayos del Necaxa, inclusive vivió la experiencia del Mundial de Clubes jugado en Brasil obteniendo el 3er lugar.
El Tamaulipeco en dos ocasiones voló alto con las Águilas del América, y a pesar de que no tuvo tanta actividad, fue parte del campeonato azulcrema del 2002. A pesar de su larga y productiva actividad en el balompié, el Chato lleva tatuado en su memoria el ADN Jaibo. Un sentimento que lo detalla como incomparable, los aficionados transmitiendo ese sentir en cada partido alentando los 90 minutos. Consciente de la ingratitud que conlleva la responsabilidad del portero, menciona que ha sido el reto más hermoso y emocionante al que la vida lo enfrentó. Y que la aficion Tampico Maderense, se han encargado de hacer grande esta plaza tan icónica.